jueves, 16 de noviembre de 2006

¡VIVA EL PERU CARAJO!



Bueno ha llegado el momento
El momento esperado siglo y medio
Para que de la antigua vasija de mi canto extraiga este grito de barro estremecido.
¡viva el Perú carajo!

Vivan las espumosas olas sobre las que llego la historia de Dios en totoras y velas desafiantes
El océano largo y submarino de infinitos, profundos habitantes
El voluptuoso cetáceo, las gaviotas, las algas, el bonito
Y el humilde guanay que ha digerido millones de libras esterlinas
Este es mi mar, mis islas, mis arenas, mis remos, mis atardeceres y mis redes
¡viva el Perú carajo!

Viva este monumento levantado sobre cimas de la eternidad
Donde el tiempo no se atreve a morir
Viva esta dacha donde anduvo la raza de los viejos abuelos
Abuelos a la vez de 8 millones de serranos que quedan allá...arriba
Prendidos de las cumbres
Y aquí...abajo
Servidumbre baratas de las casas de Lima
Mozos del mayorista
Débiles, turbias, postergadas gentes de las barriadas
Emolienteros, vendedores de fruta, carretilleros, publico sudoroso de los coliseos chimpunes. driles y camisas de mugre.

Este rió es peruano
Y es su cuna una huraña fuente enclavada en la cumbre que vacía y llena el hechizo del cielo
Gota a gota cual tempestuosa lluvias
Viene en su lecho con limos y polvos minerales
Sembrando valles, preñando y alumbrando, padre y madre a la vez
La vida del hombre y de las plantas, los animales, las aves y los peces
Indios, mariposas, cholos, blancos, negros, leches, rosas
Todo, todo lo siembra el río que bajo desde la nube con fuerza creadora
¡viva el Perú carajo!

Viva esta selva
Sembrada por el propio señor
Una fresca mañana cuando paso el diluvio
El día que sus dedos modelaron su mejor creación sobre el planeta
Aquí la fuerza desata un huracán de lluvias y de orquídeas
Llanuras de verdor cubren la tierra donde se enroscan ríos y serpientes
Vuelan los guacamayos, parlotean los monos trapecistas
Mientras río arriba surca una canoa
En la que van amándose Carlos Rubichi y su María
Seguros de que el río ha de traerles junto a la cesta de peces
El hijo prometido.



Viva el hombre peruano
A quien no espanta la dura geografía que Dios nos entrego como instrumento
Sobre las conmociones cataclismicas que agitan los cimientos de los mares y la tierra
Sembramos, desafiando terremotos
Nuevas ciudades, nuevas casas
Las riegan las lagrimas transidas de las viejas, de los huérfanos niños, de los hombres
Nosotros somos súbditos del temblor y el terremoto
¡viva el Perú carajo!

También al huayco, a las inundaciones, las sequías
Les sabemos sus taras de miseria
sus derrumbes, sus vértigos de sangre
les conocemos desde viejas edades
y para todas esas camaradas desdichas
hay un Pedro Quispe y una Juana flores
que a fuerza de coraje, de sudor , de esperanza
han atrapado un rayo enfurecido entre sus manos y lo han hecho una estera de amor, un duro adobe, ladrillo rojo, una vivienda rustica, una torre, el perfil majestuoso de una iglesia, un pueblo, una ciudad y una costa o una sierra de continuadas urbes que se levantan y caen, ¡sin miedo a nada!
¡viva el Perú carajo!

Parasuche, comunero
Es este canto
Este fuerte carajo enternecido
Para sus caminos vecinales y su escuelita de quejas
Donde el hijo aprenderá que es el Perú

Vivan los artesanos, los mineros, los duros labradores que no moran en Lima
Que han hecho de la luna un lamparin de esquivo kerosén encendido en el techo de los cielos
Viva el hombre de chullo que solo come camote y charqui
Y bebe jarros de chicha repletos de tristeza
Viva su poncho rojo, sus cansadas ojotas, su lánguido charango, las ubres de sus cabras, el seno prieto y duro de sus cholas, su leche tibia, llena de amor y vida
¡viva el Perú carajo!

Para Aurelio Celada
Caporal de la hacienda costeña
Es este canto de carbón y de uva negra como el mejor color de su pellejo
Para el duro trajín que le reclama músculos de antracita, firmes muslos, para sus grilletes vencidos, sus leyendas de arcángeles, zambos, guitarristas, marcadores de punta, centro forward, soltadores de gallos, cinturas de alcatraz y cajoneros.
¡viva el Perú carajo!


Para tirar un carajo por mi patria
Le he pedido presta su cristina de dril a mi hijo Alberto
Y en la hebra de luz de un blanco cabello de mi finada madre
Lanzo el sonoro grito que me nace en las venas con estruendo de vida
Clarinada del alba al cielo puro
Para tirar un carajo por mi patria he levantado en sedición a las palomas
Garras de cóndor son ahora sus patas
Otrora el delicado pistilo
Hoy convertido en lanza

Este niño que toca una corneta en los desfiles de julio es Juan Mariño
Es hijo de la estera, del barro y de la cañabrava
Es Juan Mariño hijo de la barriada, sobrino del triciclo, primo del anticucho
Sobre el lomo del cerro tirita fríos
Tiene en las manos y en las tripas
Y aunque el solo es dueño de su uniforme comando
¡Es Juan Mariño!
El que toca una corneta en los desfiles de julio
Para tirar un carajo por mi patria préstame Juan Mariño la trompeta
Tu trompeta de bronce retumbante
Quiero lanzarle al mundo un coro de trompetas
¡viva el Perú carajo!

Oh río huraño
Oh seca pampa
Oh larga costa
Oh Huascaran, Huandoy nieves eternas
Oh tranquilo molusco, kantus, piedra, Q´enqo, Saqsayhuaman, Chavin, piedra de siglos
Oh poncho, lampa, flecha, quena, choclo, nube, gaviota
Prestadme vuestra voces de siglo para inundar de amor todo el paisaje
¡viva el Perú carajo!

Amo esta dura arcilla
Amo ese crisantemo
Y sigo enamorado del olor del romero
Por que estas cosas viejas: conciertos de canario, cuadernos de dibujo, helechos y retratos esfumados
No conmueven mi vida sino al contrario
Alientan las sudadas camisas de mi paso
Y el la beligerancia de todas las batallas
Afirmas este grito ¡viva el Perú carajo!
Viva el Perú
Mi patria
Y sobre todo este rectángulo que es mi única propiedad sobre la tierra
Donde los hueso de mi madre dicen aun sus rezos preferidos, sus preocupaciones
Viva el Perú... mi patria
La de mi hijo, de mis amigos buenos, la mujer que me ama, mi provincia, mi derruida casa.
Y cuando los diarios digan:


El Perú perdió en fútbol, el Perú país pobre, vino otro terremoto, se secaron los ríos, se enlodan los políticos, bajo el sol, se perdió la cosecha
Repicaremos desde el fondo de los huesos
El grito poderoso de los hombres de esta tierra
cargada de coraje y optimismo
Para decir como si arrojáramos balas
¡viva el Perú carajo!¡viva el Perú carajo!¡viva el Perú carajo¡¡viva el Perú carajo!¡viva el Perú carajo!
¡viva el Perú carajo!



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